ARTE Y BIBLIA
En 1974 se publicó en castellano el libro de Francis Schaeffer, Arte y Biblia. A través de dos ensayos el autor abre el debate sobre la perspectiva bíblica del arte. Un tema que se suele evitar o al menos nunca se había planteado con la dimensión integral que nos presenta Schaeffer. El libro fue muy famoso entre artistas y gente de la cultura vinculados al mundo evangélico. Uno de sus más importantes seguidores, el profesor holandés Hans Rookmaaker, continuó el impulso de Schaeffer, aportando nuevas reflexiones sobre el arte y la vida cristiana. Su libro El Arte no necesita justificación (1978) es junto al mencionado Arte y Biblia, referencia fundamental para tratar este asunto.
A partir de aquí artistas y entusiastas del arte, dentro del universo evangélico han impulsado muchas iniciativas para compartir experiencias y reflexiones de gran interés y profundidad con relación a la actividad creativa. Sin embargo, el asunto del arte y particularmente de las artes visuales sigue siendo algo minoritario y muy poco promocionado en nuestras iglesias, lo que contrasta con el atractivo que suscitan las artes plásticas a título personal, entre muchos de sus miembros.
Probablemente el conflicto con las imágenes de culto y las precauciones que la tradición protestante ha ido creando con relación a la cultura sigue, entre las denominaciones mas conservadoras, relegando a un plano anecdótico y utilitarista esa dimensión tan importante del ser humano integral como es la creación artística.
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